
Templo de Apolo en Delfos
En cuanto a lo estructural y la elección de materiales, los templos se construían con piedras para poder generar estructuras monumentales. Que a su vez requerían un gran uso de recursos económicos. Aunque en esa época no se consideraban los derechos de las personas esclavas y por ende no tenían que pagar salarios, estas edificaciones tenían un gran costo de construcción.
Los templos eran el espacio que estaba en contacto directo con las creencias griegas, un lugar de comunicación con los dioses. Este dato no es menor, porque requería crear un verdadero espacio que reflejara lo divino. La monumentalidad, el ordenamiento de los elementos (columnas), la sectorización de los espacios para llegar a la contemplación del Dios en cuestión, debían comportarse como un conjunto en armonía, apreciando una cuestión universal en un sector del mundo. Los materiales debían ofrecer tanto esa percepción natural y equilibrada como también la riqueza cultural emplazada.
El templo tenía como finalidad crear un espacio para brindar un culto hacia la religión y los dioses, en él se almacenaban ofrendas. Su gran escala está relacionada también al uso simbólico que este tenía de importancia y grandeza. Por eso, se los ubicaba en la parte más alta de la ciudad; no solo era un lugar para habitar, sino que también funcionaba como un elemento simbólico fácil de reconocerse desde cualquier punto de vista y cercano al cielo, "lo más alto entre lo más alto", haciendo referencia al Monte Olimpo, el hogar de los dioses.
El uso de la gran escala y la monumentalidad funciona como otra edificación adicional de protección, de otros habitantes ajenos a la suya.
Los dioses representaban en esta cultura una imagen de lo sagrado y divino, lleno de conocimiento y sabiduría.
No existe ningún mortal más inmenso que ellos, sólo estaban más cerca de su grandeza aquellos que tuvieran más conocimiento. También cabe destacar que la sociedad griega se guía mucho por lo superficial, teniendo mayor admiración por las cuestiones de belleza y el saber divino que por otros aspectos. Tampoco había mucho lugar para el cuestionamiento de estos pensamientos, debido a que eran castigados aquellos que se atrevieran a hablar en contra de estas ideologías. La gente con más conocimiento era la que mejor se posicionaba en la escala social y los estatus políticos.
Sería fácil decir que por esta admiración a los dioses sagrados, estos eran los únicos dotados de belleza y sabiduría. Los dioses divinos eran los únicos que daban conocimiento y toda palabra proveniente de sus elegidos era tomada como palabra santa, imposible de cuestionar. La belleza era una virtud tan destacable como la valentía, y se lo percibía como una bendición de los dioses, pero ¿qué ocurría si sucedía lo contrario?
La fealdad también resultaba ser un castigo, una condena y aberración a la naturaleza de la vida, en este contexto se crearon muchos mitos y relatos que tienen mucha carga sobre la cuestión de belleza y fealdad. Un relato significativo es la historia de Medusa, una mortal que poseía tal belleza, que “provocó” (ampliamente cuestionable) lujuria en Poseidón, un dios poderoso, que terminó violándola. Medusa imploró por ayuda a Atenea, pero la diosa solo sintió repulsión hacia ella, entonces decidió condenarla a portar serpientes como cabello y que cualquier hombre que se fijase en ella, quedaría convertido en piedra por su mirada letal. Convirtiéndola en un aterrador monstruo. Representa una dicotomía esta historia, la idea de la atracción fatal.
Entendemos al mito como una respuesta a que la belleza puede tornarse en algo malo cuando se la asocia a la lujuria y que merece ser condenado con su opuesto, la fealdad. Entonces los requisitos de la belleza se extienden a bueno y casto, aunque esto también nos presenta una doble moral, porque los dioses eran abiertamente lujuriosos, por lo tanto, ¿cúal es la sabiduría que quieren inculcar, la de sus actos o la de las ideas?
Con el paso del tiempo hubo una resignificación de esta historia emblemática, tomando a la antagonista como un ejemplo de fuerza y poder ante la adversidad, entendiendo como su trágico cambio fue también su herramienta de poder para defenderse. Es así como fue utilizada en escudos y emblemas en arquitecturas hasta traernos la ambigüedad de ser ícono de una marca reconocida mundialmente de moda, estrechamente ligada a la belleza, reivindicando su historia en algo clásico.
Pero antes de hablar de la belleza y sus cuestiones debemos entenderla...













