Nuestra conclusión
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Viendo los diferentes puntos de vista que dijo cada una encontramos como Génesis de nuestro análisis que lo clásico vendría a ser aquello que amoldamos a nuestra realidad siguiendo criterios que según nuestra sociedad son los aceptables, lo que quizás ocurre en las generaciones del presente es un mayor cuestionamiento de esa idea de lo clásico para reformular nuestra forma de comunicarnos y entender el contexto en el que nos emplazamos juntos. Ese cuestionamiento de lo clásico hace que replanteemos ideas como la belleza y la estética, que han sido muy amplias e influyentes durante la historia de la humanidad, y en cierto punto hasta críticas de la forma en que apreciamos las cosas. Pensar en la estética clásica nos hace referencia a ideales de una homogeneidad y un sentido armónico del cuerpo y los objetos que nos rodean, lineamientos de los cuales la sociedad griega reflejó y dejó como testimonio en sus representaciones culturales, pero es justamente esto lo que nuestra contemporaneidad busca romper admitiendo una nueva premisa que es la de la aceptación de la realidad de nuestro ser tal cual es, retirando esos “ornamentos estéticos” para llegar a alcanzar un ideal social preferentemente intencionado para satisfacer una necesidad de pertenencia que en realidad no es necesaria,porque la exigencia ya no está impuesta para dejar un legado, sino que es la libertad de elección sobre uno y la creación de lo propio y el cuestionamiento de lo que percibimos como normalidad, ese es el testimonio para las sociedades del futuro. Lo que nos hace preguntarnos... ¿cómo se definirá lo clásico en el futuro?
Un buen ejemplo de los cambios en cuanto a la aceptación es la reivindicación de la figura de Medusa, castigada con su “fealdad” por resistirse a una violación de Poseidón, una respetada deidad. Su apariencia era tan extrema para los estándares de belleza que según la mitología, era capaz de convertir al que la mirara en piedra. Aunque esta no fuera su apariencia original, lo que anteriormente se consideraba una alegoría por el poder de la mirada y una maldición, se convirtió en el paradigma de la visión de los artistas. Gianni Versace, diseñador y creador de la marca Versace y gran aficionado a la cultura clásica, quiso que Medusa fuera el logotipo (un condensado de su historia, esencia y característica en una firma) y símbolo oficial de su compañía ya que su intención era que la firma representara el espíritu de una mujer poderosa, autoritaria, luchadora y controversial. De esta forma y con la perspectiva de mirada actual, la historia de Medusa es un relato de empoderamiento, fuerza y belleza por parte de una víctima mitológica.

“Capriccio # 10”
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G.P. Panini - Vista del Campo Vaccino con Tempio di Giove, Colosseo, Basilica di Massenzio, Tempio di Antonino e Faustina e Tempio della Concordia.
L. Moretti, con S. Zorzi - Sede dell’ENPDEP, 1964
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